Maldom Group, presidida por el Lic. Raúl Maldonado, es una empresa que actúa como departamento de compras para corporaciones de todo el mundo. Su oficina principal está en la Ciudad de Guang Zhou, capital de la Provincia de Guangdong, China, que está creciendo a una tasa del 100% anual, lo que nos demuestra que es posible invertir con éxito en aquella región, como se ve en la entrevista realizada por la Lic. Angélica de la Vega Arévalo.

Oportunidades reales de negocios

A decir del licenciado Maldonado, las organizaciones mexicanas pueden desarrollarse bajo las siguientes modalidades:

• comprar en China, para vender en México u otra parte del mundo
• vender productos mexicanos en China
• invertir en China (como lo han hecho Gruma y Bimbo, con excelentes resultados)

Cualquier alternativa es buena, basta considerar que el mercado chino representa 1.3 billones de personas y en 2010 serán 1.4 billones.

Las empresas nacionales pueden aprovechar además el comportamiento de los consumidores chinos. Son personas que gustan de los productos importados y tienen alta capacidad de compra, por ello no es extraño que la mercancía mexicana goce de buena demanda.

Además, como todos sabemos, fabricar en Asia reduce costos y permite ofrecer mejores precios. La mano de obra china es indudablemente una ventaja.

Aspectos que pueden obstaculizar la inversión

Si su organización planea incursionar en el mercado asiático, tome en cuenta aspectos que pudieran complicar el proceso:

• Idioma, aunque muchos chinos escriben perfectamente en inglés, otros no lo hablan o lo hablan mal. Por el contrario, los mexicanos preferimos hablar en inglés y eso genera una barrera de comunicación
• forma de hacer negocios, para entender la cultura empresarial china, debemos recordar que en los tiempos de las dinastías, sólo el Emperador escogía con quién hacer negocios. La tradición conservó su esencia aun en la época del comunismo, pues las empresas estaban controladas por el gobierno y era quien tomaba las decisiones. Hoy en día las compañías privadas tienen la libertad de seleccionar a sus aliados. Sin embargo, culturalmente se arraigó la costumbre de que el chino elige a su contraparte en una negociación
• marco jurídico asiático, se trata de leyes cambiantes y aunque el contenido puede favorecer a los empresarios, su movilidad produce cierta inseguridad
• subsidios, en algún momento fueron considerados como factores que impedían la libre competencia. Por el momento, el gobierno subsidia a las empresas en temas como desarrollo de tecnología, pero no es una constante. Las empresas asiáticas tienen ahora el suficiente poder económico para prescindir de los subsidios
• complejidad del mercado de compras, es un mercado sui géneris. La búsqueda de proveedores no es tarea sencilla, pues la mayoría de los intermediarios se ostentan como fabricantes y es difícil distinguir entre unos y otros. Esta situación se presta a engaños y muchas personas compran productos a un precio alto, por incluir la cuota del intermediario (hasta un 40% sobre el valor del producto)

Con el viento a favor

A pesar de las peculiaridades de la región asiática, existen otros factores que pueden favorecer el crecimiento empresarial.

Es de comentarse que México tiene una buena imagen en aquella región. Es la puerta de entrada a los Estados Unidos de América y Latinoamérica. Derivado de ello se están facilitando las herramientas para consolidar negocios entre chinos y mexicanos. De hecho, los gobiernos de ambas naciones están negociando un acuerdo para la promoción y protección recíproca de inversiones.

Bajo este contexto, invertir en Asia es una opción viable para muchas organizaciones mexicanas. Así lo ilustra el caso de Maldom Group, cuyo líder recomienda a sus homólogos: “Es importante no temerle al fracaso. El miedo paraliza y en materia de negocios no podemos permitir que eso suceda... Emprender es riesgoso, pero honestamente es poco lo que se puede perder, comparado con el enriquecimiento personal y profesional que se obtiene.”